Tuesday, April 3, 2018

Carta a la sombra destinada a complementarme


Querida sombra destinada a complementarme,

Verás te escribo un poco sin creer mucho en ti, hace tiempo que presiento tu existencia pero cuando me salgo de esa parte mística que llenaron las novelas y cuentos para niños sé que no existes. Aún así me voy a permitir escribirte porque ando algo cansado de perseguirte a ciegas como el mar persigue la costa sin llegar a quedarse en ella.

Tú que me has hecho sentir tanto bueno, qué poco tiempo nos hemos permitido dedicarnos y cuánto machacarnos.
Tú que a veces has sido más baja, a veces más alta, a veces morena y a veces castaña, pero siempre con esa mirada pícara, una sonrisa rebelde y luchadora hasta hacerme parecer indolente.

Imaginemos que existes.

Creo que somos de otro mundo, de las ideas. Si esto fuera una historia de Hollywood seríamos algo así como dos esencias destinadas a encontrarse con una eternidad para conseguirlo. Quizás nos fuimos de ese mundo porque no sabíamos estar juntas, quizás por lo contrario, quizás fuera sólo un juego al que jugábamos aburridas ya de ser tan eternas, quizás es que necesitábamos corporeidad para sentirnos.
La realidad es que cuando vinimos a éste nos perdimos en el camino y tomamos maneras distintas, tú cambiando de forma yo más deconstruyendo mis formas.

Así fue como nos conocimos por primera vez, entre timbres de clase, en la piscina de un amigo, viniste a salvarme (quizás la única vez) de ese adolescente con granos con el que se metían demasiado, viniste para darme confianza. Lástima que no me quitases lo que de niñez quedaba; quizás así no te habría abandonado. Cuánto daño hice y qué injusto fui, después de tantas tardes en blanco y negro poniendo banda sonora a nuestra inexperiencia, a nuestra virginidad en eso de ser blasfemos.

Nos volvimos a encontrar tan sólo un par de años después, ya casi era un pre-adulto y qué enfadada estabas que me dejaste intentarlo de nuevo, misma mirada asesina, de esas que detienen el tiempo en el mismo momento que contactan. Estuvimos semanas construyendo un cuento que se convirtió en una fábula que acabó en thriller y al día siguiente como quien dice te fuiste castigándome, quizás por lo que hice, quizás porque sí.

Poco tardé en abandonar nuestra ciudad para volver a encontrarme contigo, ya desquitada de nuestros desaires. Eras más mayor y sin embargo yo había crecido más. Lo nuestro apenas duró 19 días, un viaje con tu familia y 500 noches de olvido y desamparo, pasé de querer ser adulto a peinarme canas y aprendí a reconocer tu sombra.

Aquella que fuiste dejando entrever en el resto de personas con las que me crucé de forma liviana.
5 años tardamos, misma ciudad, misma vida y la misma mirada felina. En un cruce, sin saber más de ti, hasta que un día empezamos a hablar. Algo te había pasado que estabas tú más herida y de aquellas heridas este cansancio que aún hoy perdura. Lo intentamos a las duras tiempo más tarde, pero ya sabíamos que no.

Perdida la esperanza volví a nuestro lugar de nacimiento terrenal para encontrarte, quién sabe si por última vez, supiste elegir un pasado en común, mezclaste como nunca los ingredientes de esa pócima secreta que eres y que rejuvenece, yo tan Obélix me lancé sin reparar en que seguías siendo tú, y claro... yo tan yo. Esta vez ni 19 días y ya van 60 para intentar recordar que no existes.

Has tenido muchos nombres y una formas, y yo he tenido un sólo nombre e incontables formas de intentar relacionarme contigo. Se nos han ocurrido muchas maneras de evitarnos y de odiarnos... demasiadas. También nos hemos querido demasiado.

Así que querida sombra, idea, o lo que seas que me rondas y que estás detrás de todo esto, ¿por qué no firmamos una tregua?
No hace mucho yo ya decía a mi gente que no te necesitaba, y es cierto, hemos conseguido vencer al destino, ya no te quiero a mi lado, por favor vete, no quiero ni intensidad, ni locura, ni aventuras irresponsables, basta.
Me he cansado.
¿Quién necesita un destino?
Ya sabemos de qué va el juego y la mentira. Me apetece paz y tranquilidad yo siendo yo y tú por tu lado, viviendo.
Quizás así las dos podamos conseguir una existencia sosegada, arrulladas por la vida hasta que, si tiene que ser, ya como ideas, volvamos a ser. Hazlo aunque sólo sea para que este cuento tenga un final feliz.

Atentamente,

La sombra destinada a complementarte.

Tuesday, March 20, 2018

"Suena un despertador y él da la vida sin ser Dios por una antigua vocación..."

Hoy las sábanas se le han atragantado a mi vida, hoy el gris que cubre esta primavera se hace más denso, abro los ojos más pesados que nunca, como siempre.
Retraso cinco minutos el despertador y me dejo llevar, incómodo por la certeza de que es sólo por paliar la dura realidad de tener que levantarme otro día más. No duermo, pienso. Necesito vacaciones, ¿pero cómo me mudo de mí?

Son las 7:30 y salgo de casa voy en hora, con suerte llego antes, reviso todo un poco, que parezca que al menos controlo algo, eh, pero espera ¡sí controlo algo! ¿Por qué pienso estas cosas? En realidad es normal, la inseguridad hace que nos fijemos en lo que no sabemos y no en lo que sí sabemos. ¿O no? No sé. ¿Esto me preocupa en realidad?
La verdad es que no, es todo bastante normal, lo que no me parece nada normal es que haya tanta gente esperando por el periodicucho éste a la puerta del Metro, después que les engañan, si sólo leen esa porquería. Anda, si ya estoy en el metro. Uf, qué cansado estoy... quiero volver a mi turno de tarde.

La calle reaparece, cierro los ojos un instante, escucho una canción que reconozco pero no sé de qué, es movida, alegre... Respiro hondo... Echo de menos escribir, mierda, si no reservo 48h para estar sólo voy a enloquecer, pero qué bien sienta no parar de nuevo... Abro los ojos.

Esas paredes pálidas... Aaahhh... Cómo disfruto de este sitio. A ver qué historias suceden hoy, después consulta. La gente está bastante bien. Escucha bien, lo oyes, sí, lo has cazado, te lo confirman, no ibas tan desencaminado, ya casi cazas la cuarta parte de lo necesario, no vas tan mal. La verdad es que las mañanas se pasan volando. Mola hacer algo que te gusta. Vamos a por lo último.
¡Mierda ahí está ella! Ayer pensaba que hacía tiempo que no la veía y justo hoy me la encuentro, ¿seré profeta?
Uh, me ha hablado y ¿ha sonreído? ¿Eso significa algo? ¿Me estoy obsesionando? Apenas la conozco, ya estamos como siempre... Además pegáis como el Madrid y el Barça... ¿Y esta mierda de analogía? No sé... pero ¿me ha sonreído, no? Je, je, sí por qué no.

Bueno, recoge ya toca. Mierda, ¿qué le hemos dicho? ¿Y qué me acaban de explicar? Puuufff, qué cabeza que tengo, ¿dónde estoy? Ya es hora de pasar consulta, ¿habrá venido?
Pues mira sí, contra todo pronóstico. Esto le duele, mira ahí está, ya sé por dónde podría trabajarse y sentirse mejor. Es curioso lo fácil que es desde fuera y lo difícil que se hace de dentro, ¿no? Uuuhhh... para que ya sabes a dónde te lleva esto. No pienses en ella, no pienses en ella, aquello pasó y ya está, apenas ha sido importante. Un momento... esto cuenta como pensar en ella ¿no? Mierda... Qué desastre.

Por fin en casa... Me puedo relaj...studiar. Venga si lo haces ahora luego podrás descansar. 30:2, adrenalina, amiodarona, azúcar, especias y muchas cosas bonitas. ¿Siguen echando las Supernenas por la televisión? Cactus era guay, la verdad es que rompe con los modelos de feminidad típicos, ¿cuánto habrá influido eso en mi generación? Generación Cactus, Generación 8M, ¡qué guay el 8M! Mientras hay vida hay esperanza.

Cenemos: hoy ensalada, llevo dos semanas en plan sano y sin volverme loco, salvo por la necesidad constante de chocolate todo bien... Qué mierda que los de Nestle sean tan cabrones... molaría comer sin remordimiento, ni eso nos queda, qué triste... Podrías pensar cosas bonitas... Sí, que las hay... Cosas bonitas, no has escrito a Londres, puto desastre, ¿por qué no me mandará a la mierda? La echo de menos. Bueno, eso es un problema suyo, tú ya tienes bastantes cosas que pensar como para pensar en dejarte a ti mismo. ¿Habrá alguien que haya salido consigo mismo? O bueno, que se haya dejado, eso lo veo más lógico...

Bueno, recoge y a la cama, capítulo de Scrubs y a dormir hoy sin insomnio por fi cerebro, cierra los ojos, no pienses, piensa en negro, negro, negro, ¿eso cuenta como pensar? Mierda, eso sí, como el capítulo de los Simpson, je, je. ¡Qué risa de serie! Tendría que intentar verla, y leer algo que me apetezca ¿no? Tienes que cuid... ZZZZZZZZ

"Suena un despertador y él da la vida sin ser Dios por una antigua vocación..."

Monday, December 25, 2017

Canción al presado

Nos quemaron los poemas
en la noche más oscura
cantos a una patria seca
ciegos en su penumbra.

Mataron nuestras poetas
rosal negro lleno de espinas
plantado en nuestras cunetas,
olvidadas, son heridas.

Ordenaban hoy legislan
que muera la inteligencia
así encierran insumisas
fieles son a su hosca esencia.

Con ropajes de patriota
al abrigo de su Pepa
no se ocultan ya en las sombras
otro amanecer les llega.

Gallo negro nunca muere
aparenta estar ausente
pero es solo que duerme
al amparo de su gente.

Tan verdad es como pena,
nos quemaron los poemas
mataron nuestras poetas
y con esas hoy retornan.

Mas recuerda gallo negro
jamás pudieron vencernos
porque ellos nunca podrían
robarnos la Poesía.

Friday, October 13, 2017

Amistades de Urgencias

La sala de espera está llena, llego cansado, algo abatido, la vida hace tiempo que me sobra y no recuerdo bien por qué vivo, quién fui en su momento...

"Otra vez aquí..."

-Mamá, ¿te encuentras bien?

-Sí hija, sí. Me duele un poco el pecho sólo eso.

Miro la escena enternecido, una madre ya mayor (pasa los 90 años) aunque pareciera más joven viendo cómo se desenvuelve, la ternura de la hija en la mirada a pesar del tiempo... Un espíritu joven.

El lugar riñe con la escena de cariño. Una sala repleta de personas llenas de esperanza, de dolor... Las hay que aparentan estar tremendamente enfermas, otras, la verdad es que no tanto. Rompe la escena quejosa el personal del hospital. Las médicas, demasiado jóvenes, van apareciendo cada vez más cansadas, enfermería, que podría doblar la edad de éstas en algunos casos, algo menos; varían más las caras...

Pasa el tiempo y no me llaman, tampoco a la madre y su hija... pero parecen relajadas...

-Esto parece que no avanzase... –Me animo a decirle a la madre–.

-O que se hubieran olvidado de nosotras... –Responde ésta–

Nos miramos... Sentimos una conexión especial...
Hablamos durante un buen rato, sólo nos interrumpe un médico algo estrambótico para pedirle la medicación habitual y explicarle que ahora vendrán a sacarle una muestra de sangre.

-Madre mía, tú fíjate qué barba y que aspecto... Cómo han cambiado las cosas...

-Qué me vas a contar...

-Yo es que estoy muy vieja ya... Tengo a mi marido muy malo, ¿sabes? Tiene Alzheimer y ya no se entera demasiado, se olvida de todo y se pone muy nervioso y pues claro... igual...

-Ya... ¿Llevan mucho tiempo juntos?

-65 años, pero fíjese que nos casamos ya tarde a los 39...

-¡Uuuhhh! ¡Qué me dice! Sí que fue tarde sí, ¡y con hijas!

-Claro, yo lo tenía claro. Yo difícil, pero cuando encontrase al bueno, se iba a llevar a la mejor...
¡Y 3! ¡3 hijas hemos tenido!... Pero pobrecitas mías, aguantar a mi marido... y luego a mí... Yo es que ya estoy pensando en la muerte, ¿sabe? ¿Cómo será eso? Me cuesta imaginarlo, me angustia mucho...

-Supongo que no tiene nada que ver con lo que imagina nadie...

-Eso no se sabe hasta que se muere ¿no?

-¡Qué me va a contar! Y todos aquí pensando cómo será la muerte sin pensar en qué es la vida...

Nos interrumpe de nuevo el personal médico.

-¡Sánchez Campos!

-Por fin me toca... A ver qué me encuentran...

-Espero que no sea nada.

-No sé yo... Que vaya bien...

La mujer mayor se aleja con su hija del brazo que la acompaña. Cada vez luce un aspecto más de porcelana...

Yo, mientras, sigo esperando a que me toque...
Después de un rato me decido a darme un paseo por la Urgencia, entro en la zona de boxes. Veo mucha gente de un lado para otro. A pesar de que paso allí muchas noches parece que nadie me reconoce, no me ven. Encuentro alguna mirada de complicidad de vez en cuando que parece reconocerme, un leve instante... pero los hospitales no son sitios dónde la gente se pare a reconocer lo que hay a su alrededor.

Veo al fondo de un pasillo a mi nueva amiga nonagenaria con su hija. Está sentada en un sillón. Decido acercarme, a unos pocos metros veo al médico desaliñado del que hablábamos antes, está con una compañera comentando algo, él parece atento a lo que le dice ésta...

Me quedo a una distancia un poco prudencial con una media sonrisa dibujada en la cara, hay algo entrañable en Eulalia. Escucho los retales de una conversación:

-Ay hija... Y lo bonitas que erais de pequeñas, la poca lata que habéis dado y lo que os preocupáis ahora por vuestro padre y por mí...

-No digas tonterías mamá. 94 años y estás como una rosa. Tengo yo más pastillas que tú...

-Ya hija ya, pero cada dos por tres en el hospital si no es por mí por él... Ayyy... Cómo pasa el tiempo.

La escena es entrañable, la hija mira a su madre con un cariño que costaría describir. Casi se puede imaginar su historia, una mujer divertida luchadora, de carácter. Una mujer de familia, de casa, consecuencia de épocas grises que le tocó vivir a este país... Tan llena de vida en apariencia y tan vacía por dentro.

Poco a poco se deja dormir. Descansa. Los médicos mantienen su conversación. Las máquinas continúan con sus pitidos...
Los hospitales son sitios donde cada uno cumple con su papel, nadie se sale de lo suyo. Yo mientras, sigo esperando mi turno.

Un respingo me saca de mi ensimismamiento...
Mi nueva amiga ha abierto los ojos y ha hecho un ruido raro. Aprieta fuerte los brazos, se queda rígida. Su hija se asusta, llama a los médicos. Estos se apresuran en llegar.

Comienza el engranaje, cada uno su función. Una hace la función de respiración por Eulalia, otra corta la camisa, otra avisa para que traigan una camilla para trasladarla al box de reanimación, su hija llora... Eulalia se va apagando...
Y cada uno sigue con su función, el médico desaliñado vuelve con otro médico mayor que él, aunque también joven, éste empieza a reanimar a la mujer, siguen respirando por ella, algunos empujan la camilla...
La hija llora aún más fuerte, y Eulalia se apaga un poco más...
Miro, procuro no molestar, sólo observo la escena y sigo la camilla.

Al llegar hay un médico que parece aún mayor, empieza a dar órdenes. Todo sigue, cada uno con su misión, hay muchos médicos. Muchos jóvenes inexpertos miran, otros tantos se turnan para reanimar.

-¿Qué sabemos de la paciente? ¿Es RCP?

El desaliñado y su compañera de debate explican un resumen de su vida, mentira, de sus enfermedades, de su salud... Eso no es Eulalia pero eso lo sé yo, no sus médicos.

El médico experimentado mira, piensa.

-Vale, vale, vamos a dejarlo que si sale va a ser peor... 94 años bien vividos, con buena calidad de vida, hay que dejarla ir...

Cada uno su función... Es entonces que por fin oigo mi nombre. Me llaman. Es mi turno.
Nadie me ve, me acerco a Eulalia y la beso en la frente muy tiernamente, muy suave. Todos a nuestro alrededor miran, pero no ven nada. La agarro suavemente de la mano y ambos nos vamos, juntos, ella ya resuelve sus dudas, el personal debate sobre cómo actuar, apagan máquinas, recogen lo usado... Eulalia me mira, parece que medio sonríe... o no...

Nos cruzamos con el desaliñado que consuela a sus hijas, parece que nos ve irnos. Al fin me ha reconocido, hacía tiempo. Levanta levemente la cabeza en señal de saludo. Le devuelvo el ademán.

Todo acaba, pero todo empieza. A descansar, mañana más.


Monday, August 21, 2017

Tatuaje

Raya tu pasado en mi espalda
como si no hubiera mañana
como si sólo quedase el ayer.
Raya, que un día te fallaré.

Tus ojos en tinta azul
tu pelo rojo al reflejo de la luz.
Raya sin miedo que esta noche me quedo
pero igual mañana desaparezco.

Raya por favor, toda nuestra vida
nuestros llantos de alegría
raya que es lo que me queda
dibuja con pasión, aunque me duela.

A nosotros, hechos de ternura y pasión
a nosotros, hechos de distancia y desazón.
A ti, con tu sonrisa eterna y sincera
a mi, con mi pena lóbrega y austera.

Raya tu vida en mi noche,
que mi piel venza bajo el roce
de tus labios hechos de seda.
Mi piel seca, carne de tristeza.

Raya por favor, toda nuestra vida
nuestros llantos de alegría
raya que es lo que me queda
dibuja con pasión, aunque me duela.

Monday, July 31, 2017

Abrazo

Describe en una palabra nuestro infinito
tu miedo a ti, a mi,
mi miedo a nosotros
y cada uno puede volver a su volar.

Una palabra, es solo eso, a quién puede dañar
tanta luz en la oscuridad
tanta intimidad en nuestra soledad
y mañana recordémonos que fue todo un soñar.

Solo una palabra:
que no signifique nada,
sólo un instante, una noche,
y hoy seamos sólo un roce.

Friday, July 7, 2017

Sueño de una noche en Calahonda

Imaginemos por un momento que el infinito existe, que eso es todo lo que hay. Sólo por probar... sólo por jugar.

Una alegría juvenil y la luna dibujaban una sombra extraña alrededor de aquella pareja que disfrutaba del espectáculo de la noche junto al mar. A sus pies, el salitre y la humedad daban a la madera un brillo apropiado para un escena de película, aroma a historia interminable mezclada con sal, de aquellas que mi abuelo decía que era romanticismo idílico, todo colocado en el sitio oportuno en el momento justo... Pero era real...

El bar se encontraba iluminado con un tono bajo, sin grandes pretensiones, con la intención de que el mar y su sonido arrullador creasen esa escena perfecta, una melodía material en la que perderse en la inmensidad de un segundo. Las respiraciones acompasándose suavemente, las manos entrelazadas delicadamente en una caricia comprometida.
La luna como testigo reflejándose en el mar, en una porción pequeña,  marcando el camino a la eternidad de dos amantes decididos a combatir la rutina, el gris del día a día, creando en el regazo del otro ese hogar en el que refugiarse, sin temor a otra guerra que no sea la de los cuerpos luchando piel con piel, poesía de lo bruto, la pasión por bandera.

Somos un país intangible y que viva nuestra patria.