No es una gran historia, ni algo que pasar a los amigos, soy sólo yo por el placer de escribir, de que me leáis, hablando de cosas que me pasan.
Hoy me he levantado tarde y cansado, no he podido cumplir con mis obligaciones como estudiante, y de camino a la ducha como enfadado con el mundo, el mundo me ha dicho que aún podía hacerlo más: el pasillo de casa inundado. Toca achicar agua.
Una vez hecho he pensado que ya que la mañana estaba perdida, podía ponerme a hacer el resto de cosas que tengo pendientes, comprar, pagar el piso, limpiar... Pero aaaayyy... La vida es como es, y no como la teorizamos.
La dueña del piso tiene es del Santander, y estos desgraciados han tenido a bien poner una comisión de 3€ a todos los ingresos en cuentas en los que no seas propietario. Casi me dejo, pero al final he rectificado, y he dicho que no lo hicieran. Me he ido indignado, pensando que quizás la solución sea nacionalizar la banca, o por lo menos crear un banco nacional. A ver quién compite más.
También he pensado que la pobre Botín tenía que tener suelto para justificar la reciente ampliación de capital conseguida a base de hipotecas y especulación.
Pero supongo que encima hay que tenerla por heroína nacional, sin hacer nada para merecerlo es dueña de uno de los bancos más importantes, eso sí, robar pan u ocupar una casa vacía está fatal.
He salido directo al supermercado a ver si al menos la compra sí la podía hacer, y menos mal, algo que he podido resolver hoy. Mientras pesaba unos plátanos (con mis cascos puestos) un señor se me ha acercado. Me lo he quitado y me ha dicho: "Con una bolsa de plástico... tienes que usar una bolsa de plástico".
Lo ha dicho muy bien, despacito señalando a las bolsas, hablando lento, vocalizando en cada sílaba y alto, por si no le entendía.
Puede ser que pensase que era tonto, pero por la cara de sorpresa cuando le he contestado en castellano: "Sí, lo sé, pero es que prefiero no usar plástico si no es necesario" creo que pensaba que venía de fuera, y por ende, que desconocía el complejo mecanismo de las bolsas de plástico que tenía al lado.
Puede ser que pensase que era tonto, pero por la cara de sorpresa cuando le he contestado en castellano: "Sí, lo sé, pero es que prefiero no usar plástico si no es necesario" creo que pensaba que venía de fuera, y por ende, que desconocía el complejo mecanismo de las bolsas de plástico que tenía al lado.
Y así ha transcurrido el día hasta ahora, con una reflexión permanente: "Qué poco me queda de aguantar este modo de vida."
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