Le he cantado una canción al viento,
por título llevaba tu nombre.
Afónico de gritarla al cielo
esperando que él también la toque.
Ojalá fuese algo más que un eco
aullido oxidado, triste, insomne;
víctima que aguanta tu destierro,
prisionero en este denso bosque.
He vuelto a cantar nuestra canción.
Tus respiraciones en mi pecho
marcan aún hoy el suave tempo
que resuena en nuestra habitación.
Tus gritos al hacer el amor,
placer animal hecho sonrisa,
mezcla de cuerpos en armonía.
Pasión anulando la razón.
El recuerdo por castigo
me dice ese gran amigo:
mi espíritu, ya vacío.
Otro día más maldito.
Otro día más maldito.
0 comments:
Post a Comment