Una semana más en la oficina
donde María escapa a la rutina
Ester teclea y aún se imagina
en brazos de su mochila
lista para emprender una nueva vida
sin ataduras, deberes ni ira.
Una semana más en la oficina
Carlos mira a María sueña con su sonrisa,
si sólo... si sólo le diera una cita...
¿Cómo puede la maldita
día tras día ser tan adivina?
Un segundo, magia: una caricia.
Un día más en la oficina
Carla escribe las noticias
se la ve por fin decidida,
es hora de hablar con Ester, suspira,
sus ojos lindos se iluminan,
quizás por fin tenga una familia.
Un día más en la oficina
yo cojo el libro soy el que contabiliza
miro a los demás, lo pongo en tinta
los números cuadran, sus historias.
La mía es pura narrativa,
esperar, ley universal maldita.
El nada en quien nadie se fija,
sumas y restas en cuadrillas
corazón a cambio de cortesía.
Soy el que escribe, lleno páginas vacías
ajeno a esta tierra baldía
soñándome libre: es un día más en la oficina.
soñándome libre: es un día más en la oficina.
0 comments:
Post a Comment