Llego a casa después de machacarme contra la vida.
Veinticuatro horas de trabajo contra la vida.
El silencio me recibe.
Otra vez... otra vez mi casa está vacía.
Lo has vuelto a hacer. Te has vuelto a marchar.
Como siempre que te vas, dejando la casa recogida como nunca:
sin tu ropa en los armarios, los platos lavados y hecha la cama
y en el suelo tiradas tus bragas.
Como para recordarme tu no ausencia,
tu calor a mi lado a la hora de dormir
tener a quién mirar en la oscuridad de la noche,
tener con quien reír a tientas
como descubriendo qué somos juntas
buscando esa materialidad que no somos
ya que no nos podemos coger en brazos y guardarnos
ni tampoco sacarnos para enseñarnos a nuestras amigas y camaradas,
casi que ya no deberíamos ni pensarnos.
Así me paso el día, en el sofá,
esperando a volver a trabajar
pensando cosas que podríamos hacer
ahora que no estás otra vez.
Y mañana, mañana volverá a ser más de lo mismo
aprovecharé la siguiente guardia
para volver a dejar la cama hecha
y en el suelo tiradas tus bragas.. otra vez...
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Thursday, June 20, 2019
Monday, June 3, 2019
Asín semos
Podría explicarte lo infinito que hay dentro de mi pecho, lo oscuro que puede llegar a ser. Podría, igual que podría no hacerlo.
Quizás no debería hacerlo porque tú ya lo sabes, lo has visto, abriste mis entrañas a fuerza de facilidad. La facilidad de tu sonrisa, la facilidad de abrirme un escondite cuando el mundo me obliga a salir.
No será porque el camino no haya dado vueltas para que lleguemos a este punto. Porque cuando yo más seguro estaba de que no, que yo ya no, pues tú dijiste con todo el anarquismo que llevas dentro, con toda esa tranquilidad que emanas, ese deslizarte por la vida sin presiones ni prisiones, ni prisas, que ahí estabas para crear la revolución más calmada, en la tierra no ansí como en el cielo, que el único que nos queda es el que (no) vemos.
Y luego vino eso de mirarnos a los ojos y no decirnos nada salvo vergüenza y te quieros, y llegó acostumbrarse a no sufrir por hablar con alguien cada día, por querer de nuevo ver varias noches una persona, no una persona sino UNA.
Podría explicarlo... o quizás no, pero mejor así, dejémoslo estar estando nosotras, que no sabemos si acabará o cuándo lo hará, pero puedes contar conmigo como contaba siempre aquel poeta del que ya no me acuerdo, oh sorpresa.
Olvidémonos de más poetas que se nos da bien, y sigamos haciendo lo nuestro, que se nos da aún mejor.