Friday, September 7, 2012

Reflexión


¿Por qué tengo que ser una buena persona?
Esta es la pregunta que me ha asaltado yendo a la cocina para coger la bolsa de patatas y paliar mi hambre en lo que veo un capítulo de una serie. Y no, no es retórica, pueden contestar y darme sus opiniones, me apetece escucharlas más que nunca.

Realmente me apetece camuflarme en esta pasajera piel de cinismo, misantropía y egolatría antes de descamarme y volver a predicar el bien universal. Y es que hay veces que me da la sensación de ser un evangelizador al creer en la ética, la bondad, la belleza y todos esos sustantivos abstractos que tan bien suenan.
Me pongo Nietzschano, vaya.

Me he permitido observar que hay gente que carece de ética y sólo mira por si misma, que no tiene ningún tipo de escrúpulos, y que no se ha quedado sola. Ya sea porque se rodean de semejantes, o bien porque disimulan un código de buena conducta.
Probablemente antes o después esa gente tendrá confrontaciones con alguien de su entorno que le recriminará su acción porque le afecte en un momento dado.
Sin embargo, siempre habrá quien permanezca a su lado. Porque siente el deber de respaldar a esa persona por la amistad que los une, porque conozca una visión parcial de la situación, porque de verdad sea valorado o sin más porque considere que es una mala acción puntual.

Imaginen cualquier excusa pero seguro que “el malo” seguirá sin estar sólo. Piensen en casos personales o en casos famosos, siempre hay alguien allí.

Y en el improbable caso de que encuentren a alguien sólo, ¿no será que le gusta que eso sea así?

Obviamente esto me lo planteo desde un punto de vista ateo. Si no tenemos una vida más allá de ésto, si vivimos los días que tenemos y morimos, ¿por qué no vivir al máximo aunque eso vulnere a los demás? Y me explico, ¿que gano yo sacrificándome por el prójimo? No me sirve de nada. La conciencia puede ser eliminada, si es que se tiene (supongo que eso no es discutible).

Y si en la ecuación metemos dinero no vamos a hablar.

El caso es que se abre ante mí un mundo en el que no hay limitaciones. Sólo la ley, impuesta por otros más fuertes y poderosos que yo, justos merecedores de lo que saquen de ello. Un mundo en el que puedo abandonarme a autosatisfacerme y disfrutar la vida utilizando para ello a las personas que no me interesen y conservando a las que me produzcan beneficio, sea personal, monetario…
 Y yo, con mucha probabilidad no obtendré castigo.

Es aquí donde alguien me diría. “Pues mira, tienes que ser buena persona porque no quieres ser de la otra forma”. Y efectivamente es así, ¿pero qué razón tengo para querer ser así? Racionalmente no encuentro ninguna ventaja a la autocontención frente a la autosatisfacción ilimitada. 

3 comments:

Unknown said...

¿Qué es ser buena persona? Podríamos dar muchas definiciones, la gran mayoría de ellas con un fundamento religioso y otras menos con una base social. Al final, todo se reduce a hacer el bien, un bien impuesto, como dices, por gente más poderosa, porque a ti nadie te ha preguntado que es para ti el bien, tú has nacido con una concepción de justicia o con un sentimiento de empatía propio de tu época.
Si nos librásemos de todas esas influencias, podríamos tener una concepción del bien única, propia que solo nos afectase a nosotros y a nuestra conducta, pero entonces no vivirías en sociedad, vivirías para ti y el ser humano es un animal social. Y para llegar a vivir en sociedad, tiene que existir una definición más o menos global del bien, y debes practicarlo para ser aceptado en la sociedad.
Entonces mi respuesta sería que hagas el bien porque es lo que se merecen los demás que están a tu alrededor (unos más que otros). Pero en líneas generales, si eres buena persona te juntaras con gente buena, al menos la mayor parte de tu vida. Si eres mala persona, acabaras rodeándote de la gente a la que criticas por mirarse el ombligo. Y nadie quiere eso.

Grenouille said...

No podría haber amado más esta entrada. Tengo mil motivos sin sentido; a mi personalmente me llena por dentro y me hace sentir mejor. Se irá hablando. Permíteme decirte que me encantas, así, sin que suene raro, y eso. Es genial como piensas ;)

Tyler said...

Viendo el mundo que vivimos y en el que vivieron nuestros antepasados, está claro que no hay obligación alguna de ser buena persona. Si acaso, hay en algunos una pesadez, una molestia, un pequeño dolor que surge del entendimiento de no haberlo sido en alguna ocasión y la necesidad de intentar no repetirlo para no sentir, otra vez, la molestia de la maldad.

Post a Comment