Thursday, March 31, 2016

Pan Duro

Pan duro tu soledad en tu ciudad de muros
maldito bocado dulce el de escalarlos y contemplarme tu lado.

Caer al suelo desde tan alto y tener que levantarse,
volver a subir esperando nada más que polvo y vacíos estantes.
Pan duro esta cercanía tan distante
tus sonrisas tensas, desgastadas y mi necesidad incesante.

Trago amargo tus perezosos ademanes,
la sed ansiosa que aprieta su espada contra mi garganta insaciable.
Trago amargo mi melancolía reflejada en tus ojos llenos de arte
con baladas sólo reservadas a oscuros caminantes.

Pan duro tu soledad en tu ciudad de muros
maldito bocado dulce el de escalarlos y contemplarme a tu lado.

Thursday, March 24, 2016

Alivio III

Cuando por fin pienso, me pregunto por qué. Porque tú y no otra. Por qué no ayer, sino ahora, por qué tan inoportuno y tan apropiado.

¿Por qué?

¿Por qué ese primer momento, esa fotografía que narra tu mirada y tu sonrisa?
¿Por qué un segundo encuentro?
¿Por qué dejarse embrujar por tu mueca tímida cuando te observo?

¿Por qué dejarse arrullar por ese soplo de vida bohemia e indecisa?
¿Por qué me derrite la espuma de tus labios hechos de ternura?
¿Por qué olvidar la silla en medio del abismo y las canas y la oscuridad y el camino?

¿Por qué abandonar cantos de sirena disfrazados de musas?
¿Por qué destruir el faro, cargar un bote en la penumbra de la noche y navegar en la libertad de sabernos libres?
¿Por qué volver a ser una escarcha cálida desmenuzable entre tus temblorosos dedos?

¿Por qué hacer de lo onírico una realidad?
¿Por qué el sol y la luna se cansaron de jugar al pilla-pilla para dormir abrazados?
¿Por qué salir de este cuento?

Thursday, March 3, 2016

Se va y ya no volverá.

Se va y ya no volverá.

Se va y ya no volverá.
Allá hacia el mar en lontananza
donde los poetas pintan o cantan.

Se va y ya no volverá.
Lleida impasible no llora
por desgracia llegó la hora.

Se va y ya no volverá.

Se va y consigo se lleva
esa sonrisa triste, lóbrega,
pero la más sincera.

Se va y sin él se olvida
la esperanza de la lágrima
que ante la muerte abriga.

Se fue y ya no está.

Se fue y no me olvido
de sus consejos y cariño
siempre mostrándome el camino.

Se fue y aquí me quedo
luchando el desierto
feliz, siguiendo su recuerdo.


Gracias, maestro.