Escribe sobre el aire y el viento, escribe sobre sobre el mar y
la sal, escribe sobre la arena que quema y el barro que alivia el calor en tus
pies.
Escribe sobre el olor que trae la brisa veraniega cuando caminas
por el paseo marítimo, escribe sobre el roce tenue de su piel cuando en un
braceo tímido, te atreves a romper la distancia física como por accidente sólo
para que por un momento vuestras pieles sean una. Escribe sobre la embriaguez
de su perfume inundando tus sentidos, el latir de su mirada, de la luz de su
sonrisa...
Escribe sobre todo lo que quieras... escribe sobre la vida.
Escribe sobre la montaña y las vistas desde las cornisas, sobre esa sensación
de que por un instante todo gira en torno a ti y esa paz en tu interior, ese
cerrar los ojos y darte en la oscuridad a esa sensación de plenitud.
Hazlo tanto como quieras, hazlo como quieras... Hazlo porque con
ella todo parece un poco más colorido y armonioso, como un arpegio.
Escribe todo eso y mucho más, crea sensaciones que la gente
sienta como verdaderas y enorgullécete, que de tu hogar salgan esas imágenes
que no son ni serán, pero que eres capaz de crear; hazlo y nunca olvides que tu
casa está allá donde tu estés, porque la llevas a cuestas y se llama Soledad.
Porque escribir trata más de anhelar que de tener, y cuando el
escritor tiene, se desentiende para seguir anhelando, por eso se cualquier
sitio se siente a gusto, porque está sólo; sólo con su anhelo.
0 comments:
Post a Comment