Tuesday, July 22, 2014

Carmencita


Hoy la puta quiere ser princesa.
Con temor se libra de la esquina
mientras la suerte la mira esquiva
son años jodiéndola y ya pesan.

Baila Carmencita sin canallas
que la miren, la toquen… Es más,
se deja ir como hiciera en la mar
de niña, fingiendo tener alas.

Hoy le apetecen rayos de sol
que alumbren el vacío de su alma,
que arrullen esta pesada carga,
sus ansias de formarse en crisol.

No queda espacio que compartir
ni Carmen que esté dispuesta a amar,
sólo restos por los que clamar
una vida por la que partir.

Traza sus caminos de carmín,
se encierra en el neón de la luz
aún carga su pesada cruz
quizás es posible sobrevivir.

Saturday, July 19, 2014

La sombra y el río


Él se giró y allí estaba ella, su eterna sombra, mirando con una sonrisa dibujada en el momento oportuno para hacerle un gesto de complicidad que malinterpretar, una llamada real en los sueños más anhelados, pero una ironía en la realidad.

Cruzó el río para ir a su encuentro pensando en temas de conversación que sacar, en cómo aprender a obviar el latir de su corazón cansado ya de hacerlo por excusas cuando había una razón para ello, también divagó sobre cómo tenerla cómoda y quizás también, por qué no, hacerla feliz el resto de sus días.
Todo pasó en un momento, apenas segundos.

La mente del ser humano es maravillosa, ¿no creen? Tan pronto decide asentarse en el gris, como mudarse al arco iris. Vivan en la vida real  y serán muy conscientes, vivan en su mundo interior y serán grandes aventureros que se estudiarán en las escuelas. Al menos en las que ustedes piensen.

El primer paso fue inseguro. Las dos orillas conectaban mediante grandes piedras húmedas y resbaladizas que auguraban una victoria segura (contrariedad, ¿verdad?).
En la siguiente, ya con más cuidado, tuvo la certeza de no caer, había calculado milimétricamente todos los factores y al dar el salto apenas titubeó al apoyar el pie en la inestabilidad de la roca.
El penúltimo puso a prueba sus nervios, tenía que aterrizar en una roca un poco estrecha en la que cualquier aspaviento de más podía costarle un buen chapuzón en el río. Pero lo superó.
Se enfrentaba pues al último salto, el más fácil; o al menos eso había creído el intrépido cuando estaba en su parte de la orilla. Vio quizás tímidos ánimos de su querida sombra al otro lado deseando que lo hiciese. Sin embargo, qué grande se veía el maldito paso. No lo pensó más, llevaba un rato con ello y no había marcha atrás, cerró los ojos, se impulsó bien fuerte y… yyyyy… cayó, falló estrepitosamente.

Él recordaba ser un gran nadador, pero hacía tiempo que no probaba a avanzar en un medio que no le pertenecía, chapoteó y lo intentó, pero la fatiga del trayecto y sus esfuerzos por sobrevivir lo minaron fatídicamente. Quedó allí.
Su cadáver fue transportado por los más variopintos lugares del mundo, pero nuestro pequeño aventurero no pudo disfrutarlo, le faltaba su sombra y la vida.

Generalmente todo lo que queremos para nosotros mismos en el futuro podemos cogerlo en ese preciso instante en que lo pensamos para el mañana, es cuestión de voluntad, de valor, pero no lo hacemos. Y los que vinimos al mundo sin sombra, pero la encontramos y dejamos escapar, vagamos sin rumbo fijo al azar, bordeando senderos hechos en felicidad, pero frustrados por caminos que al andar, nos hacen caer y sólo de vez en cuando, querer desfallecer.

Tuesday, July 15, 2014

. y a parte


Sabías a lo que venías narran las grises paredes blancas de mi salón.
Nadas entre el verso y la prosa y te ahogas en letras que resbalan por tu mejilla ansiando los momentos que fueron en el futuro y dejaron de ser… sí, ya en el pasado.

Descansa la brisa que exhalas por tus pulmones, no merece conocer la tierra que hoy pisas y no debieras. Todo en ti es ánima temerosa de sentir lo que procede, porque desgarra y te condena a lo que bien mereces por ser cierto, real y nada más.

La sinrazón comenzó a pensar aquello donde las sombras anidan para acompañar desde delante el avance, dificultando la facilidad y asumiendo el protagonismo de lo que la aventura quiere: seguridad.

Desde el alféizar contemplo los sonidos de un mundo ajeno en el que transito con la capacidad de la verdad falsa, sin temor a quedarme sin nada, aún soy rico y en mis sobres almaceno notas de una personalidad sabia y sensible que hoy no sirve.

Vuela querida pluma que cuanto me queda eres, no he aspirado al sol, ni a las caricias del mar que aseguran peces, sólo a un bocado ingurgitado, a las migajas de las sobras que hoy recorren en brazos de pequeñas hormigas oscuros laberintos por descubrir.

Vuelve avanzando, si es que puedes.

Sunday, June 29, 2014

Atrás


Atrás no en el futuro está la felicidad
atrás donde los miedos no trepanan.
Atrás los sueños aún son posibilidad,
atrás cabalga, y no vuelvas al mar.

Atrás quedan las montañas de puertas abiertas
atrás queda el guardián entre el centeno
atrás quedan las lamentaciones encubiertas
atrás siempre, querido compañero.

Atrás al verde claro porque hoy es siempre gris
atrás quedan risas por disfrutar.
Atrás donde la desdicha queda por surgir
atrás la cicatriz puede curar.

Atrás no en el futuro está la felicidad
atrás donde los miedos no trepanan.
Atrás los sueños aún son posibilidad,
atrás cabalga, y no vuelvas al mar.

Friday, May 2, 2014

Existe un por qué


He callado la angustia exprimiendo las vísceras de mi cuerpo sangrante,
he escalado las grietas que tu alma surcaban para poder alcanzarte,
he bailado con la muerte al son que marcaba el paso del tiempo
he viajado por cielo, tierra, mar y aire sólo por ganarme una sonrisa.

He luchado contra titanes oscuros que amenazaban con destruirme,
he saltado desde mi vértigo y me he encerrado en mi claustrofobia,
he escrito mis miedos más profundos y los he gritado al viento
he servido desnudo y fiel al látigo que desgarraba mi corazón.


Y todo merece la pena, todo porque…


He silbado melodías tristes sólo por recordar la belleza de buscar,
he visto dibujadas en mi piel las formas más hermosas de tu imaginación,
he acompasado tu respiración al paso de mi caminar, lento pero eterno,
he vencido hasta allá donde la luz del día no se atreve a entrar.


Todo porque…


He clavado notas en los huecos blancos del pentagrama de tu vida.