Friday, January 13, 2017

Cansado.

Cansado de los de blanco o negro,
o conmigo o contra mí.
No estuve años con el juego de matices, aprendiendo,
para que lo reduzcáis todo así.

Cansado... No, agotado, del posiciónate:
"allí eres una oveja malnacida que sigue al rebaño
aquí eres bueno y certero, casi envidiable"
pero no pienses sigue la línea que te marco.

Cansado de los de receta fácil
y de los que se creen todo
pero también cansado de los que no creen nada
excepto en lo suyo, que suele ser la revolución del cosmos.

Cansado de la superficialidad como norma
y de la profundidad como respuesta
sin razonamientos, sólo palabras bobas
paliando la inseguridad que les genera la levedad de su existencia.

Cansado de la rapidez y su dictadura,
de las obvias consecuencias
cansado de la intensidad de cada nueva
para que mañana se evapore como la espuma.

Cansado de la búsqueda continua de la virtud
ya sea con postureo, redes o vídeos,
cansado de la crítica del que se aparta, maniqueo,
para imponer al resto su propia rectitud.

Cansado de la superioridad paternalista,
del cinismo de los que la usan para protestar.
Así pues a lo importante, si leen en esto algo de realidad
ya saben: like, comment y esparzan LA verdad.

Wednesday, January 4, 2017

Poema jamás contado.

Ya no me vale un abrazo
para hacerte sentir lo que te quiero.
No vale con estar cuando me necesites,
quiero estar en futuro, presente y pasado.

Hoy mi hombro es insuficiente,
y te seca las lágrimas y te consuela
pero me gustaría poder esconderte
protegerte toda la noche mientras duermes.

Es que te quiero tanto y tan bien…
que no quiero quererte
y vuelvo a sitios donde ya no estás,
sólo por si regresas a verme.

Por la sangre de mis neuronas
corre Benedetti con aquel famoso poema:
“Hagamos un trato” y parece que me hable de ti,
de la carencia que tengo de ti.

De tus ausencias en el recuerdo
de nuestras faltas por necios
de las miradas furtivas cargadas de deseo
de los momentos que nos concedemos.

Es que no me vale ya mi abrazo
para expresar lo que te quiero
porque vivo atrapado en este tiempo
incansable al paso de los años.

Que me encierren en tu cárcel
hecha de barrotes de tus labios
de cadenas de tus caricias
condenado perpetuo a tu libertad.

Tuesday, December 6, 2016

Alba

Llueven guirnaldas al alba
posándose suaves entre las casas
tan juntas, tan aisladas
quizás mañana nieva esperanza.

Es en el fragor de un nuevo día
que el alba se insinúa y brilla
seductora con su sonrisa.
Sirena cruel, despiadada e insumisa.

Los acordes de una guitarra
acompañan flamencos a Alba
hasta el lugar donde trabaja
dejando un poco de sí cada jornada.

Reina en una tierra de apariencia fría,
algo angosta, solitaria y vacía.
Despreocupada y alegre camina
y da muerte a aquellos que la miran.

Ufana, rechaza al que engalana
sus oscuros deseos con poesía barata.
En sus ojos su inteligencia amaga
un pasado de derrotas amargas.

Así es Alba difícil pero sencilla.
Ruego disculpen tanta palabrería,
me olvidé del alba que describía
queda la confesión fruto de mi cobardía.

Wednesday, November 30, 2016

Desvaríos

Mi poema favorito es...
¡Matadlo antes!
No sea que acabe
esa terrible frase.
¿Cómo vas a tener un poema,
favorito o no? ¿Cómo tal proeza?
¿Acaso tienes a quien quieres?
¿O lo mides? Entiende: querer es ser.

No se tiene, no se mide.
Lo dijo Shakespeare,
ser o no ser, amar o no amar
leer poesía, libertad.

*****

Me gustas tú.
Tu descaro en mis ojos.
Tu tilde en ingles
What do you mean?

Ya me entiendes.

*****

Me molesta la gente que escribe los días de la semana en minúsculas… y los meses, y los años.
Me explicaron allá por la primaria que había quién defendía escribirlos así porque hay muchos.

Yo me enfadé. Muchos... ¿Quién te dice a ti que eso los hace menos propios?
¿No hay muchas Martas, Pepes, Juanes (no el parce) y aún así los escribimos con mayúscula?
¿Es que acaso son todos lo mismo y vives lo mismo?
¿Mañana será igual que el próximo Jueves?

Es más, casi me ofende que Mañana se escriba con minúscula. ¿Cuántos mañanas iguales tuviste?
(Se abstengan mis amirgos de responder).
Por qué habría de haber un mañana.
Ni polisémica tendría que ser...

Démosle importancia y propiedad: Mañana, Jueves, Noviembre. Carpe diem.

*****

Que me escribas: sintaxis perfecta
de un desorden que late con fuerza.
Que me roces la mano: huracanes
en las entrañas frágiles, inestables.
Que te sienta: temblor hecho
de heridas, ilusión y bendito miedo.
Que me sientas: suspiro jadeante
versos, cuerpos, un instante.

Sunday, November 13, 2016

Nosotros.

Nosotros.

Tú y yo, un momento, un instante.
Nosotros.
No-so(mos-o)tros.
Implícita verdad, más certera que nunca. Somos nosotros.
¿Hace falta algo más?

Pues me explico.

Me miras, te miro y aparto la mirada y cuando se vuelven a encontrar tú también lo habías hecho.
Preguntas, yo respondo un poco con verdad un poco con escudo, porque más allá de la frontera de mis ojos se extienden campos de ensoñaciones no confesables, supongo que a ti te pasará igual, pero no lo sé en realidad. Me cuesta verte bien. Pero no es cosa tuya, es más mi juicio algo nublado, desarmado un poco por ti.

Lo que te decía, nosotros.

Tú y yo, un momento, un instante.
Nosotros.
No-so(mos-o)tros.
Implícita verdad, más certera que nunca. Somos nosotros.
¿Hace falta algo más?

Pues sigo.

Cuando me preguntas qué pienso y digo nada, soy sincero, de verdad que eres no pensar, estar tranquilo cómodo en una intensidad especial muy cómoda y relajada.
Esa especie de tornado tranquilo que me invita a perderme en una inmensidad, a la que no sé si tengo permiso de entrar o no, pero que ya estoy disfrutando a mi manera.

Creo que sí que está claro, ¿no?

Tú y yo, un momento, un instante.
Nosotros.
No-so(mos-o)tros.
Implícita verdad, más certera que nunca. Somos nosotros.

¿Hace falta algo más?

Friday, November 11, 2016

Técnicas de test.

Aquí estoy una vez más, cara cara con la Luna, desafiando su arrogancia, todo su arsenal de imposturas para amedrentar las ánimas pérdidas que a estas horas se aferran a la melancolía para sentirse vivos.

Lo hago, pero no recuerdo cómo lo hacía, he cambiado, cuando ya casi tenía todas las respuestas, cambiaron al tipo test.
Y me he pasado los últimos meses haciendo muchas, ensayando para una meta difusa, a ver si lograba ese Matrix que se deja entrever entre las opciones que da la vida... Será la a... la b... la c podría ser, por poder... y la d me quiere sonar.

Las técnicas que me han enseñado, los atajos, no sirven. 33.000 preguntas y como si nada... aquí sigo varado.

Así que ya que me miras altanera, Luna Lunera, contraataco yo, que al final aprendí a defenderme de abusonas como tú.
Responded si os atrevéis cada tres errores uno menos de autoestima y confianza, es un juego a todo o nada.

1. ¿Qué fue lo que fuimos?
a) Sólo amigos.
b) Conocidos haciendo deporte.
c) Aventureros osados.
d) Dos idiotas pseudoenamorados.

2. Asumiendo que la mejor opción fue la que tomamos, ésa que nos devuelve a este aquí, a este ahora, ¿qué hacemos?
a) Fingimos normalidad, siempre se puede elaborar una amistad.
b) No nos hablamos nunca más, podemos vivir así.
c) Podemos no engañarnos y fingir ser dos más.
d) Todas son ciertas, aunque no nos lo creamos.

3. ¿Y qué si nos precipitamos?
a) Volvemos sobre nuestros pasos, reflexionamos.
b) Seguimos engañando a aquellos que ven lo mismo que nosotros.
c) Nos robamos sonrisas escondidas y miradas encubiertas.
d) Hacemos lo nuestro: abandonarnos y no hacer nada.

Tranquila descansa, vamos mal de tiempo, pero eso ya no nos asusta, bebe agua, respira hondo, unos segundos, no te desconcentres, tú puedes. Abre los ojos. Seguimos.

Acabamos ya, una última pregunta de estas del final, de las que agobian en la forma por su aparente complejidad pero que terminan siendo de respuesta directa. No pestañees, allá va.

Una historia de chica conoce chico, ella le invita a cenar, él rechaza, no se deja seducir así de fácil. Ella inconformista aplaca su curiosidad, pero vuelve a la carga, un anochecer cualquiera en nuestro bar, entra despreocupada, sonriendo, disparando a matar, me guiña un ojo: "quizás no a cenar, pero a una cerveza seguro que no te puedes negar" y su mano posada delicada sobre mi espalda me invita a arriesgarme, ¿qué es lo peor que me podría pasar? "Que te dejes enamorar", me dice sin apenas parpadear.
Pasan las horas y no hay música, ni barra de bar, ni gritos de borrachos, ni compañeras mandándote a la mierda, ni amigos olvidándose de mí porque ya estoy otra vez. Solos tú y yo en medio de la nada.

Pasa el tiempo y la conexión se hace complicidad y ésta pasión que a su vez trajo cariño y de ahí al vivir juntos llegando a la ausencia de ti y de mí y el no nos veamos más... al menos por un tiempo.
Coletilla de Damócles, maldito oráculo engreído que nunca miente pues aquí estamos otra vez, en esta nada que creamos siempre a nuestro alrededor, mirándonos muy fijamente, diciendo todo lo que miles de poetas no supieron escribir, queriéndonos furtiva y frustradamente.
Fin de la historia.

¿Qué hacemos? Recuerda, pregunta directa, esta vez no se puede fallar.

Saturday, October 29, 2016

Otra vez a vueltas.

Ya estamos a vueltas de nuevo
como el lobo y la abuelita,
como el rocío y los rayos de sol,
yo en mi río llegando a tu mar.

En este círculo que hemos construido
me faltan vértices y reglas,
no sé cuadrarte a mi gusto
ni curvarme al tuyo tampoco.

Una maleta y una partida de póker,
eso tengo de ti en mi cuaderno.
Triste sinsentido inconsciente,
juego al escondite con tu recuerdo.
Nuevas reglas: yo te escondo
y tú no molestas siendo tú sin ser.
Porque mira que cambiamos
y sigo aguardando, no se bien a qué.

De entre todas las salidas
de esta rotonda, solo me gusta una
tan cerrada, tan callada. Suposición:
subyace en nuestras miradas.

Por suponer, porque ni directo, ni indirecto,
y me hago el tonto en tus silencios
a la espera de que cerremos el círculo
como debe ser, tendiendo al infinito.


Añadido.

Y si me lo permite usted, ¿de qué va? No se puede ir por la vida así tan pasando como si nada con tanta intensidad poniendo todo mangas por hombro. ¿Cómo voy a arreglar este desaguisado intermitente al que me tiene condenado? Porque encima es eso, me toca a mí poner orden, ¡a mí! Que lo más ordenado que tengo es la cabeza y ya ve usted, que de tanto girar la tengo mareada.

Qué ganas de tanto tornado.