Tuesday, December 29, 2015

Manifiesto

Un fantasma recorre mi razón,
es el fantasma de tu amor.

Y siempre vuelves y me desarmas
implacable no descansas
hasta hacerme sentir indefenso
pensando que somos perfectos.

Estoy cansado no obstante
de que tu conversación me atrape
de que no importe el tiempo que pase
y cada vez que me mires me arrastres.

Nunca he creído en el destino
pero me has hecho adicto.
Como Segismundo sin delito
parezco condenado a tu hechizo.

No importa que apenas nos veamos
vuelvo y me derrumbo a tu lado.
¿Qué es lo que pasa? ¿Que tienes
para que otra vez empiece?

Aquí sigo a vueltas en este sinsentido
sospecho que no sé lo que digo.
Debe ser, no lo dudo, algo bonito
pero sólo cuando estoy contigo.
Mientras, me quemo sin motivo...
¿Por qué no nos atrevimos?

Monday, November 23, 2015

Historias

Rescato estas palabras de un papel roto, casi ilegible por el fragor de una batalla contra la lavadora. Hace un tiempo ya que están negro sobre blanco y creo que no me había atrevido a sacarlas hasta ahora por miedo. Quizás hoy con una apatía vital sea el peor momento, pero eso es siempre el inicio del mejor momento posible, ¿no?


*****

-¿Sabes? Tengo miedo, hacía tiempo que no me pasaba pero es así.

+¿Perdona? –Respondió Rachid algo asombrado–.

-Ay… Lo siento… Nos acabamos de conocer, pero es que… Estoy nervioso y todo… Por el partido, ¿sabes?

+Bueno, sólo es un partido de liga de aficionadas, no es para tanto….

-Ya, ya lo sé. No es eso…

-¿Pues?

-No quiero que juegue peor porque esté yo. Bueno, la verdad es que tampoco quiero que juegue mejor por mí…
Sólo quiero verla feliz y sonriendo, que juegue como nunca, pero por ella. Y que se sienta como nunca. Quiero que lo comparta conmigo… pero sólo porque se siente bien y le apetece vivir esa felicidad conmigo. ¿Me explico?

+Eres claro, como el agua… Bueno, dejémoslo en transparente.


Y el resto de la conversación se perdió con el traqueteo ruidoso del metro…
¿Cómo le iría a ese chico con ella? Espero que ganase, o que perdiese…
Bueno, ya me entendéis. Odio las conversaciones de metro, a veces se cortan en la mejor parte. Al menos por ahora…

Pasemos a la siguiente historia…

*****

-Y allí estaba yo, plantado en el sofá observándola. La admiraba por su determinación y fuerte personalidad. Tanto que aprender…

La vi escribiendo entusiasmada. Los destellos del teclado de su portátil parecían estrellas fugaces. Cada letra que presionaba una, que moría casi en el mismo instante que se creaba. Y yo, pedía un deseo con cada golpe que daba. Siempre el mismo.

Que sonría, por favor, que sonría…

+¿Sueño, eh?

-Sueño de soñar.

+Cursi.

-Eso, hagamos como que no importa. ¿Qué tal tú?


*****

Me encanta pasear sólo por la ciudad.

¿Saben? Tengo dos grandes amores. Me quita el sueño que un día se enteren de la infidelidad. Ambos. Maldita sea, ¿quién impuso eso de amar de uno en uno? ¿Es que acaso sólo puedes querer a tu padre o a tu madre? ¿A tu hermano chico o al mayor?

Son tan complementarias… Y no serían tan especiales si no fuese así.

Una me reconforta cuando me siento mal, me recarga, me trae melancolía y la expulsa, la transforma en arte. Me recuerda de dónde vengo y adonde voy. Es un amor más comprometido, el que más parte de mi vida ha ocupado. La confianza, la lealtad, la seguridad de que siempre estará ahí.

El segundo… ¡Ah! El segundo es aventura, novedad constante, cambio sin fin…
Es pasión, es ser otra persona más culta, más inquieta, más futuro.
Es no tener miedo y buscar siempre algo diferente.

Cómo explicarles que podríamos convivir los tres y seguro que se gustarían…


Madrid, Barcelona… ¿Cómo decidirse por una única infidelidad?

Sunday, October 25, 2015

Alivio II

Hoy no soy yo sino tú, Alivio
en la lluvia que acaba otro ciclo,
en la debilidad que siento contigo
en los versos tristes de este nuestro libro.

Hoy no quiero ser sino tú, Alivio
con tu sonrisa que me da la vida
con el calor de tu cuerpo junto al mío.

Sé que soy esclavo de mí mismo
que yo elegí darme por vencido.
Por eso hoy quiero y no puedo ser tú, Alivio. 

Wednesday, September 9, 2015

Plano secuencia de un recuerdo.

A papá siempre le gustó dibujar en su figura ese aire gris que tenían las películas de antaño. La mirada profunda del protagonista, normalmente un hombre con mucho orgullo, serio, intenso...
Se quedaba observándote fijamente en medio de un discurso, silencio tenso a la espera de la sentencia que irremediablemente iba a determinar el futuro. Era difícil no callar cuando él comenzaba, tenía ese aire que hacía que la lógica quedase de su lado, como si de un conjuro se tratase, y sólo un tiempo después cuando rebobinabas todo lo que había dicho, encontrabas qué decir. Un paso por detrás, lo justo para que él ya tuviese respuesta a lo que pudieras decir. Creo que se sentía un poco Al Pacino.

Eso me pasaba a mí con ella, iba por detrás. Es cierto que no tenía nada que ver con papá, ella era más bien al contrario de carácter dulce y suave, demasiado risueña como para no despertar ternura. A pesar de ello yo veía que tenía carácter, imponía sus preferencias de una forma clara que apenas te daba opción a protestar, pero no creías que pudiera haber maldad o intencionalidad. No sé porque esa asociación, supongo que ella me recordaba esa sensación tan síndrome de Estocolmo.

Creo que me gusta estar encantado. Nací cobra, me embeleso con el sonido de la flauta y bailo al son de la melodía si ésta me conmueve. Bueno... eso ya no me pasa, pero sí que me dejo hechizar cuando hay una mente tocando.
Maldita droga la conversación... y sus caricias. No con las manos, sino con los ojos, con ese deje inocente en su risa, esa alegría que irradia a su alrededor por la cosa más insignificante, a veces incluso por ti. Entonces estás perdido.

Justo como en esas películas de serie B donde uno de los dos, dañado por la vida, mira intensamente a la otra persona disfrutando de la imposibilidad de que ésta se acerque y ponga color a ese blanco y gris con moteado negro de las pantallas de cine de los años 50 en las que Orson Welles proyectaba su locura.

Escribo estas líneas como lo haría papá si eso hubiera sido lo suyo, con una copa de whisky con hielo en un escritorio lleno de papeles sin ordenar, con la habitación llena de ropa que aún no siento que deba recoger y una cama abierta deseosa de albergar mi soledad una noche más sólo unas pocas horas.


Bonito fin para este plano secuencia que mañana tendrá continuación. Buenas noches.

Saturday, September 5, 2015

Conversaciones sobre una puerta.

Hablando con una puerta me inquiere respuestas que no tengo.
A mí en la facultad sólo me enseñaron a preguntar, no a dibujar aquello que quería.
Siempre pensé que las puertas no merecían explicaciones, sino más bien al contrario, tenían que darlas. Siempre misteriosas, tienden a esconder lo que hay detrás, aquello que la vida depara y nos regatea, escatima y en demasiados casos nos quita.

¿Qué ocultan que no me quieren enseñar? Tienen siempre un problema, un enigma, que hace que no las sepa abrir. ¿Qué pasa si la abro y subo? ¿Qué, si no cumplo lo que se espera? Y aún peor, ¿qué si no cumplo lo que yo espero? ¿Qué pasa si sentirse especial no es suficiente?

Por eso siempre prefería las ventanas, aquellas a las que uno nunca espera escalar pero que tientan morbosas a que subas y entres por ellas. Son mucho más claras, desde lejos ves si están abiertas o no y si te has de embarcar en la empresa de alcanzarlas, aunque cueste.

Pero las puertas... Ah las puertas, a veces encima transparentes como diciendo cínicas y crueles: "Aquí lo tienes por qué no vienes a por ello?". Pues porque no tengo llaves, me las dejé detrás de alguna y ahora necesito que me las abran.
Seré raro pero por eso me gustan las ventanas, las entiendo mejor

En fin, que como no se qué puertas pasar y cuáles no, y no estoy tan fuerte como para echarlas abajo, me espero educadamente haciendo lo único que he aprovechado: llamando.

Knockin' on heaven's door: https://www.youtube.com/watch?v=b0dhzXAu8mM

Friday, August 28, 2015

Enamorado

Enamorado, de estar cansado y atontado,
de ir todos los días al trabajo, de disfrutarlo…
O no…

Enamorado de no enamorarme y de sentirme mal,
de la alegría pasajera y de la que me das,
de no saber tocar nada pero intentarlo,
de todo el que está a mi lado.
Enamorado de todas las que luchamos.

Enamorado de ti y de tus besos,
de mis recuerdos:
los malos y los buenos,
especialmente los primeros que hasta aquí me trajeron.
Enamorado de engancharme a cualquier momento.

Enamorado de ti que me lees,
de ti, que lo único que te hace normal como los demás
es que eres y serás único y especial.

Enamorado de la rabia que me consume
ante la injusticia que permitís y ya es costumbre.
Enamorado de la incertidumbre
de tu abrazo junto a la lumbre.

Enamorado del compromiso promiscuo,
de aquellas que consideramos que la patria es el mundo,
que no existe lo inoportuno
sino pensamiento obtuso.

Enamorado de dar sorpresas…


Enamorado.

Tuesday, August 25, 2015

A tu lado


¿Si amar es suficiente por qué respiramos?
Noches de sudor sabor amargo.
¿Cómo se ven las cosas desde ese lado?

Hoy hay manifestación en la Gran Vía
me siento esclavo de tu sonrisa
“No hay pan para tanta alegría”.

Bendita alienación que las ciega todavía,
es triste su sexualidad reprimida
pero así compartimos más tiempo de vida.

Mi locura transitoria caminando al paso
la tuya, un puente hacia tu pasado
y el futuro… dependiente de los dados.