El lenguaje es para los cobardes.
No crean nunca una palabra de lo que les
diga o les escriba.
Les puedo explicar la verdad y no
haberles dicho nada.
Les puedo mentir y que ni lo sospechen.
Desconfíen del lenguaje y de aquel que le
gusta.
Puedo afirmar: “necesito vacaciones” y
que muchos lo compartan conmigo
cuando en realidad lo que quiero decir es
que necesito vacaciones del mundo.
Las palabras no sirven, son símbolos.
Qué poco valientes somos los que nos
escudamos en el lenguaje para llevar razón.
Podemos emocionar sin sentir nada, los
más mentirosos.
El lenguaje es para los cobardes... O qué
cobarde es el lenguaje.
Pueden decir te odio y que sea el mayor
amor que jamás sintieron.
A veces se oye: “No me escuchás”. ¿Y para
qué visto lo visto?
No sean locos, no hagan caso de los mensajes.
Si quieren creer en algo crean en las
miradas.
Cuando les quieran decir algo, que sea
cara a cara. Pero tápense bien los oídos.
Miren cómo desvía la mirada, observen esa
sonrisa al recordarlos, fíjense en cómo respira, si se frota las manos
nerviosa.
Y aprendan a confiar en lo que su
instinto les dice.
A veces oirán cosas por sus oídos que su
corazón no entenderá igual.
La vida es engañosa y lo fundamental no
lo entenderán con el cerebro.
El lenguaje es para los cobardes.
Las palabras son muy mentirosas.
Así que háganme un favor y no se crean
nada de lo que les acabo de decir, probablemente sea todo falso.
0 comments:
Post a Comment