Hoy no es 14 de febrero, es el día de San Valentín.
Tengo que ser responsable y estar con todas. No puedo despistar ninguna pues todas ellas son importantes. Es lo que tiene ser adulto, tengo la responsabilidad de asegurar mi futuro y para ello las necesito a todas. Son las páginas de mi libro de Historia.
Abro la tapa que reza: Historia, por un momento me pareció leer “de mi vida”, pero no fue más que una ilusión. Tema uno, la inocencia se viste de ilusión, todo son buenas intenciones y un amor a primera vista, todo es bonito, pero empiezo a notar que necesito terminar este tema, me agobio. Finalmente lo acabé, me siento aliviado, ni siquiera leeré este capítulo de nuevo
Segundo tema, comienza como todos, con ilusión. Éste es cortito, mucho, demasiado. Siento que estoy disfrutando, que puede ser el bueno, pero de repente, ya no está, se ha desvanecido y otro lo disfrutará. Estoy desanimado, triste y sin camino... ¿cuánto me queda aún?
Lo dejo, ya estudiaré en otro momento, ahora no tengo ganas.
Ha pasado el tiempo, hacía demasiado que no abría el libro, este es el último tema, he aprendido cosas y no dejaré que nada estropee éste, es demasiado bueno, cada línea que leo es una anécdota divertida, intensa... Cada foto un regalo para mis ojos: los suyos, su boca, su pelo... Cada página es un placer, su olor; y a cada segundo que pasa más miedo me da acabar. Llevo algún tiempo y no me canso, me ha cautivado, aún no he terminado y sin embargo sé que acabará...
Este es mi libro de Historia, este es el libro de mi Historia.
0 comments:
Post a Comment