Tuesday, April 2, 2013

Curiosidades


Es curioso, yo que siempre presumí de no ser sentimental, de no atarme a ningún sitio…llevo tres años mudándome, yéndome de casa. Pero no de varias, si no de la misma. Hoy me llevo las últimas maletas con ropa, la que me hace más formal, más guapo que diría mi abuela (para ella no hay quien me gane con una camisa puesta).

Me llevo una maleta entera cargada de recuerdos y emociones, de experiencias buenas y no tan buenas, amores, odios y pasiones que recordaré. Soy un resultado de ello.

Es curioso también que haya gente que se sorprenda cuando le digo que no voy a volver a corto plazo. A muchos les extraña que no vaya a volver a vivir en casa, con mi familia. Incluso a mi madre, quién lo diría…
Me divierte pensar que a lo largo del camino nos encontraremos muchos compañeros que dejo atrás y que con una cerveza en la mano celebraremos los recuerdos comunes con alegre melancolía.

Tercera curiosidad: mi propia sorpresa en todo esto. Pensé que me había ido ya hace tiempo y que sólo venía de visita. Es cierto que notaba que cada vez que me iba llevaba en la maleta algo más pesado, pero quién iba a imaginar que era porque aún no había acabado.

Pero sin duda lo que más perplejo me deja de todo este periplo, es que me dejo una maleta acá. Me hubiera gustado elegirla, apostar por ella, pero simplemente no cabe. Es complicado, no me la puedo llevar aunque me gustaría.
Es bonita, preciosa la verdad. Me hace sentir bien. Sé que puedo hablar con ella si quiero, me escuchará. Y ella me habla cuando quiere. Claro, es mi maleta.

Vendré a verla de vez en cuando, sólo faltaba. Y quién sabe, quizás en algún momento me la pueda llevar conmigo.

*Nota: cualquier parecido con la realidad es una malsana perversidad de mi mente diabólica. Elijan qué es, y qué no real.

0 comments:

Post a Comment