Entre luces y sombras,
el destino entre copas,
cuando vivir aún es quimera.
La evolución de Madrid.
Donde la incertidumbre se llama Sexo
y desde donde el cielo aún queda bien lejos.
Medicina... por salir.
Como un caramelo me tratan
se ahorran al menos tres arcadas.
Porque mis ojos miran, narran
como el feminismo se apaga.
La revolución de Montera,
entre chulos que pegan
y agujas que ya pesan.
Donde Muerte sentada espera.
Fuencarral querida mía,
tan moderna y tan vacía.
Hoy te escribo cual Sabina
en esta noche tan fría.
La revolución de Montera,
Fuencarral recoge tu siembra:
sombras lóbregas que desean
pasión y amor entre sus piernas.
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