Tan fácil como estas notas que escribo,
tan sencillo como decirle hola a tu última
sonrisa,
tan fácil como dormir bajo tu abrigo,
tan sencillo como que tu piel fría me
tranquiliza.
Ríos de plata corren por mis venas,
polvo de desgastada madera,
todo por servir a quien renta
al demonio que aún hoy venda
a las momias del futuro deshechas
en
las esquinas a cambio de menta.
Porque en nuestro escudo hay ovejas
que van al psiquiatra bien dispuestas.
Cuando la hierba que comen apesta
entre jirones de libros de biblioteca
ajados
y manoseados, sin meta.
¿Es mucho pedir que entretengan?
Tan fácil como estas notas que escribo,
tan sencillo como decirle hola a tu última
sonrisa,
tan fácil como dormir bajo tu abrigo,
tan sencillo como que tu piel fría me
tranquiliza.
El palo de madera escupefuego avisa
hoy se sirven tus sesos con cerveza fría,
entre gritos de insurrección y orgía,
te vas a quedar sin ceros, con tu cuenta
vacía.
No me hables más de control y educación
la mía se ahorcó con el puto cinturón.
Entre balbuceos y lágrimas vendrás,
arrastrándote sin resquicios de dignidad
y yo con una sonrisa dibujada en la boca
saludaré al pájaro de mil colores que te destroza
y a la Libertad putrefacta de Europa
mientras allá a miles de niños violan.
Tan sencillo como dejarse seducir
por esa mujer encerrada en un bastión.
Tan fácil como salir a la calle y decir,
queremos: queremos revolución.
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